LA LUCHA POR SACAR ADELANTE UN NEGOCIO EMERGENTE

A pesar del gran obstáculo que freno a varias empresas, este no fue suficiente para Andrea

Repostería hecha en casa.

Andrea Villalobos, una joven universitaria de 20 años de edad quien inicio un proyecto de negocio dedicado a la repostería en octubre del año pasado con el fin de sustentar sus gastos universitarios y ayudar a su familia no llego a imaginar el nuevo panorama que se avecinaba y todo el sacrificio que le costo para salir adelante y seguir con su este nuevo negocio que le estaba dando muy buenos ingresos y que al día de hoy lo sigue haciendo.

“Al principio la marca se estaba haciendo conocida por los vecinos y amigos de vecinos quienes nos recomendaban y con el poco tiempo que llevaba trabajando logre hacerme con un público medianamente pequeño” nos comenta Andrea cuyo negocia lleva su mismo nombre y que en un principio todo al parecer iba muy bien y que a pesar de ser una pequeña marca de negocio emergente, esta tenía muy buena aceptación.

“El problema vino en marzo por la llegada del nuevo virus y la contingencia no tenía como ofrecer mis productos porque la gente estaba preocupada en comprar artículos de primera necesidad y cosas que en realidad necesitaban”.

Con el nuevo surgimiento de la crisis sanitaria, Andrea nos comenta que en los primeros dos meses que duro la cuarentena, el negocio no estaba respondiendo pero que a pesar de ello decidió adaptarse a la nueva modalidad y respetando las medidas de bioseguridad para seguir vendiendo sin exponer a los clientes, a su familia y a ella misma.

Actualmente se encuentra económicamente estable y que a pesar de la pandemia logro realzar su negocio el cual hasta el día de hoy ya cuenta con 1 año y sigue progresando “Al principio fue un golpe inesperado y tuve que detener las ventas pero al pasar el tiempo y al ver que varios negocios cumplían con diferentes métodos de bioseguridad, decidí adaptarme a eso”.